MÁLAGA

El sacerdote de Málaga a la novia que le delató: «Voy a perder mi trabajo por tu culpa»

sacerdote Málaga
El sacerdote acusado de agresión sexual en una de sus últimas homilías
Ángel Moya

La ex pareja del sacerdote de Málaga que lo delató ante las autoridades eclesiásticas, tardó ocho meses en denunciarle ante la Policía. Lo hizo porque no quería perjudicar a la Iglesia, porque ya lo había denunciado ante sus superiores, y porque el sacerdote la presionaba. «Voy a perder mi trabajo por tu culpa», le dijo. «Ya sabes que era un golfo, esto eran las borracheras», le dijo el sacerdote a su ex novia para justificar el hallazgo en su disco duro de imágenes de agresiones sexuales a otras mujeres.

Según su relato ante los investigadores de la Unidad de Atención a la Familia y la Mujer (UFAM) de la Policía Nacional, la ex pareja del sacerdote descubrió las imágenes a finales de diciembre del año 2022 cuando buscaba una película descargada para ver en la televisión.

La mujer insiste en que a principios del mes enero alertó a las autoridades eclesiásticas de Melilla, descubriendo que el sacerdote convivía con su pareja. También les contó, insiste, que ha había descubierto las imágenes y vídeos del párroco agrediendo sexualmente a mujeres que habían sido drogadas.

Pero, ¿qué paso durante los ocho meses que transcurrieron hasta su denuncia ante la Policía Nacional? La mujer le contó a los policías que el cura sabía que le había descubierto y ella le pidió explicaciones. El sacerdote puso la excusa de que todo aquello formaba parte de su vida anterior, ya que las imágenes habían sido tomadas entre 2017 y 2019.

Presionada por su ex pareja, esperando la reacción de las autoridades eclesiásticas, la mujer cuenta que no denunció el caso a la Policía para no perjudicar a la Iglesia. También seguía enamorada del sacerdote, eso dijo.

La última escena de esta historia de pecados y remordimientos comenzó a finales del mes de agosto. El 26 de ese mes, la mujer fue a denunciar a la Policía, tras comprobar que la Iglesia simplemente había traslado al sacerdote de Melilla a Málaga, sin tomar ninguna medida más.

EL contraataque del sacerdote no se hizo esperar. Días después denunció a la mujer «por robarle el disco duro y 3.000 euros». Demasiado tarde, la Policía ya estaba analizando las cuatro carpetas llenas de cientos de imágenes, algunas con las iniciales de las víctimas.

Cinco días después de que el sacerdote denunciara a su ex pareja, la Policía le detuvo en la calle cuando se disponía a entrar en su casa. Los investigadores ya habían localizado a cinco víctimas, cuatro de ellas víctimas de agresión sexual. Ninguna recordaba los hechos. Habían sido drogadas. Sólo una de las cuatro mujeres presuntamente violadas quiso ver los vídeos que le grabó el sacerdote, el resto rehusaron asqueadas.

El sacerdote, Francisco Javier, ha sido enviado a prisión provisional por el juzgado que dirige la investigación. Cuentan fuentes de su entorno que ya había rehecho su vida sentimental en Vélez-Málaga con una nueva mujer.

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